A medio camino entre el arte y el diseño: Pepe Gimeno se encuentra con las letras


El 2017 fue un año de proyectos llenos de retos teóricos, fue un año de volver a los libros de otra forma, volver a la academia por otra puerta, de aprender a enseñar y de entender cómo aprendo. 

Este fue un intento de reseña que terminó en cadáver exquisito del perfil de su autor con extremidades de su obra. Fue un ejercicio de investigación y recolección de los pasos de un diseñador gráfico en internet, cosas que solo se pueden lograr gracias a ideas abstractas como los meta buscadores y repositorios antiguos de servidores que a mi favor no han caducado aún. 

Les dejo un resumen lo que son para mí los mejores resalados pero en el link pueden ver la versión original completa de la revista:

Los valencianos han vivido rodeados de la gráfica de Pepe en carteles, libros, publicidad, logotipos, muchos de ellos hoy hacen parte de la iconografía española convirtiéndolo en representante de la generación pionera que renovó el diseño en este país. Algunos de sus primeros trabajos realizados en la década de los ochenta se han convertido en iconos en los ámbitos para los que han sido creados. Es el caso del Símbolo Turístico de la Comunidad Valenciana, (la famosa Palmera), o el logo de la EMT, Empresa Municipal de Transportes de Valencia.

Pepe Gimeno, define el Diseño Gráfico como: elegir, ordenar y categorizar para comunicar.
Se rige por las cuatro leyes básicas de la percepción visual; componer creando una unidad con los distintos elementos, categorizar el peso de cada uno de ellos, dotar visualmente de reposo o energía interna a la obra y, por último, aprovechar la energía obtenida con el desequilibrio para conseguir movimiento. Por pragmática que parezca esta definición, Pepe ha evolucionado en su manera de definirse a través del tiempo haciendo cada vez más visible la línea que separa el arte del diseño. En una decisión racional, su portafolio nos invita a explorar su trabajo desde dos puntos de partida, dos caminos claros y separados, dos accesos, “Todo sobre el estudio de diseño GimenoGràfic” o “Todo sobre la obra plástica de Pepe Gimeno”, aunque en el recorrido cronológico de sus proyectos nuevamente se entremezcla la sensibilidad del artista en cada una de sus propuestas.

La paradoja que rodea la obra de un diseñador como Pepe, se materializa en sus entrevistas donde intenta de manera verbal describir lo visible en lo invisible de la frontera entre arte y diseño. En el marco de la exposición Sin Límites en Zaragoza en 2003, en una entrevista del programa ñSHOTS Pepe narra su propuesta y comenta: “esta exposición tiene un planteamiento de arte puesto que es un auto-encargo, es decir, es un proyecto personal y es un proyecto de investigación, en ese sentido sí incide dentro del arte, pero la visión que hay aquí es la de un diseñador, yo aquí no soy un artista. Soy un diseñador que está en la piel de un artista, en la circunstancia de un artista, pero con la cabeza de un diseñador. Lo que hay aquí creo yo solamente lo puede hacer un diseñador, no es un trabajo de artista”.  Varios años y proyectos después, proyectos como Diario de un Náufrago, The green bag o Grafía Callada expuestos en el Instituto Valenciano de Arte Moderno y en la sede neoyorquina del Type Directors Club, inaugura el 4 de mayo de 2017 Al hilo del pensamiento, en la Galería Mr.Pink de Valencia, exposición que define como su último proyecto artístico. En una entrevista que le hace Domestika a propósito de su exposición responde a la pregunta ¿Cómo conviven el Pepe Gimeno diseñador y el Pepe Gimeno artista? A la que él responde, “creo que las dos facetas en las que se centra mi trabajo son complementarias y enriquecedoras. Para mí, actúan como vasos comunicantes, las experiencias en una de las facetas acaban enriqueciendo a la otra, y viceversa. En ambos casos estoy trabajando el mismo lenguaje. Lo que cambia en ambos casos radicalmente es la intencionalidad del proyecto. Al Pepe Gimeno diseñador le marcan unos objetivos concretos a que los que debe llegar y al Pepe Gimeno artista plástico se los marca él.”

Un recorrido teórico sobre las diferencias entre arte y diseño es fundamental a la hora de abordar el trabajo de Pepe Gimeno, la ambigüedad que rodea estos conceptos podría hacer que portafolios como el de GimenoGràfic se mal interpreten al no poder conocer los procesos prácticos y conceptuales detrás de estos resultados. Pero en eso Pepe y su estudio se diferencian bastante, la muestra de sus proyectos está acompañado de sin número de piezas que ilustran el paso a paso de sus procesos conceptuales y el camino a su resultado final. Pepe tiene claro que el diseño gráfico es una profesión entre disciplinas, según él el diseño es una disciplina que se encuentra a medio camino entre aquellas que se sustentan en el uso de estrategia y conceptos como el marketing y la publicidad y las que hacen uso de los principios de la percepción visual como el arte, la ilustración y la fotografía, lo que le da un perfil muy especial al diseño gráfico pudiendo decir que prácticamente lo único que la distingue de las otras es el uso de la tipografía. Lo que en el cotidiano llamamos, el uso de las letras.

La cercanía de Pepe a la tipografía nace precisamente de la ausencia de pedagogía de la misma en sus estudios en la Escuela de Artes, al tener una formación artística –lo cual le da la mirada formal al abordar los proyectos– sintió que debía enriquecer su conocimiento sobre las letras de una manera autodidacta, y a partir de la curiosidad que le despertaba la letra como signo y su comportamiento formal en las composiciones, crea la tipografía “FFPepe” premiada por Type Directors Club de New York en 2001, en la cual explora referentes de la música como el movimiento, tiempo y sonoridad de la letra como signo modular. De esta manera se plantea varios retos personales en la exploración de caligrafías de diferentes culturas –oriental, arábica, azteca– para el desarrollo de los tipos que luego utiliza como signos en proyectos como carteles e ilustraciones, asimismo desde el estudio explora la creación de letras a partir de logotipos para controlar la unidad de la imagen corporativa de sus encargos y en paralelo en sus trabajos editoriales descubre su fascinación por los layouts, y es así como la diagramación se convierte en una de sus máximas expresiones de diseño y de su pensamiento artístico.

Una vez más este explorador cruza las fronteras invisibles entre arte y diseño entendiendo que la letra nace de una forma y al igual que el signo, las relaciones inmediatas a su forma son las que hacen posible el significado. Su capacidad de abstracción no solo en los elementos de la comunicación sino en los procesos mismos, hacen posible que Pepe cree a partir de herramientas y principios atribuidos al diseño gráfico expresiones artísticas que pueden incluso evocar melodías. El dominio de los conceptos y de la técnica hacen de su trabajo un viaje entre oficios y disciplinas que de nuevo podríamos encerrar en un solo título, arte. Pero por ser su proceso creativo, elegir, ordenar y categorizar para comunicar, podemos sin duda volverlo a enmarcar en la palabra diseño. Un claro ejemplo de esto es como que él describe la música en una de sus entrevistas: “El músico no inventa las notas. Las notas existen, ya están inventadas. Todos los músicos disponen de las mismas notas para crear. Su trabajo consiste en coordinarlas y darles un determinado orden y un determinado tiempo. En eso se parece mucho mi trabajo al del músico.” 

A lo largo de su vida Pepe ha sido su cliente más fiel, a diario se plantea en cargos puntuales que utiliza como portafolio de las diferentes topologías de trabajo que desea ofrecer en el estudio. Fue a partir de sus encargos personales que se abrió el servicio de creación de tipografías, ilustraciones que lo llevaron al cartelismo y auto exposiciones que le abrieron las puertas a la museología. Su consejo para los nuevos diseñadores es “Hazte preguntas e intenta responderlas” y con ese consejo abordó su primer encargo artístico en el año 2002. A la pregunta ¿Qué puede hacer un hombre con cultura gráfica contemporánea con los medios de un hombre primitivo? Unida a la pregunta ¿Se puede hacer un libro sin palabras?

La respuesta se ha ido construyendo desde el 2002 hasta hoy, la invitación a la exposición Sin Límites en Zaragoza fue el detonador accidental de una serie de retos conceptuales que Pepe ha cumplido y que han enriquecido su producción gráfica y artística.
La Serie Grafía Callada, Capítulo 1, compuesta por 11 piezas de 140 cm de ancho por 100 cm alto hechas a partir de restos vegetales y marinos, piedras, ladrillos y cristal, que fueron creadas en 2002 y expuestas en Zaragoza en 2003, se complementó con los Capítulo 2 al 6, compuestos por 34 piezas creadas en 2003 con las mismas características, que componen el libro edición limitada Serie Grafía Callada de 2015, 100 ejemplares numerados y firmados por el autor. Y que más tarde harían parte de la exposición Hushed Writing, Serie Grafía Callada en CEEI, Miami de 2016.

El libro responde directamente a la segunda pregunta ¿Se puede hacer un libro sin palabras? Al inicio la intencionalidad del proyecto fue la exploración de la escritura y el signo desde conceptos como trama, retícula, códigos que surgen a partir de esos elementos inseparables que conforman el significado de un alfabeto pero termina ampliándose a otras formas de la representación como la geometría en la matemática, la representación del sonido en la música, las cartas astrales en la astronomía, los mapas en la geografía, todas representaciones que deben ser también leídas desde la percepción visual. Podríamos incluso pensar que la pregunta surge como una nueva formulación de la apreciación del arte de cómo leemos, a partir del trabajo inverso que Pepe Gimeno hace de la construcción de un texto sin palabras, también entendida como la deconstrucción misma del libro.
Dentro del contenido de los capítulos empiezan a aparecer las diferentes escrituras, y arranca por aquellas escrituras primitivas que tenían como función contar. Contar personas, contar animales, contar el tiempo, dejar registro de la vida, culturizar. Luego hay una aproximación a lo que sería una escritura cuneiforme, una escritura gestual probando emular la escritura mesopotámica, una escritura vertical, y de allí pasa al ideograma al estilo de la escritura oriental, luego explora también la escritura para discapacidad visual tipo braille, y de allí salta a la creación del signo, como un todo en la página en blanco. Esta doble página es un quiebre fundamental en la narrativa del libro. Es la apertura a la representación del códice medieval, la escritura arábica, la caligrafía representada en una rápida diagramación de en una hoja de apuntes, y por último una escritura binaria.
Las decisiones en el orden de aparición de las escrituras no tienen un orden cronológico, Pepe busca un nuevo orden en los contrastes para lograr así el realce de las características de estos alfabetos a partir de la comparación de las formas y sus relaciones. Grafía Callada no se puede pensar como un método científico sino como una recopilación formal del signo de manera caótica en términos cronológicos pero muy juicioso en términos estructurales y formales. Observamos homenajes a René Magritte en la conceptualización del signo, a Piet Mondrian en el uso de los espacios y los blancos, a las representaciones del arte europeo en contraposición al arte oriental, al arte figurativo y al arte abstracto, e incluso explora la posibilidad de abstraer el signo abstracto, como si no hubiera sido suficiente crear un alfabeto de palos y piedras, en algo que él llama el signo expresivo. Además, hace varios guiños al diseño editorial con una página con “diagramación dinámica” y otra con “caminos”, estos que ocurren cuando el espaciado que hay entre las palabras de un párrafo no es uniforme y puede ocasionar que se formen huecos que se unen con los espacios entre las líneas superiores o inferiores haciendo “caminos” que también son llamados “ríos” o “calaveras”.

Grafía Callada es una lectura deliciosa para aquellos que leen más que mil palabras, es el viaje por el oficio de un artesano que sabe que los libros no se escribe o se diseñan sino se tejen.

Los invito a ver el libro Grafía Callada en vivo y en directo en este video.


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